Huermur ha dirigido una denuncia por presunto expolio a la Dirección General de Bellas Artes del Ministerio de Cultura poniendo en su conocimiento el riesgo que corre el monumento BIC del Paseo del Malecón en Murcia, al no establecer la Consejería de Cultura el debido entorno de protección de este bien cultural al que obliga la ley. La entidad conservacionista ha comunicado a la administración estatal que la actitud de la consejería de no establecer el entorno del BIC podría suponer un posible expolio por omisión, al poner en grave riesgo de pérdida, destrucción y degradación, y consecuente perturbación, los valores naturales, culturales, sociales y paisajísticos del monumento y su entorno, que fueron determinantes para su protección en 1982. La gota que ha colmado el vaso, señalan desde Huermur, es la intención de construir un geriátrico a escasos metros del paseo mientras la Consejería de Cultura tiene escondido en un cajón el obligado entorno del monumento, sin publicarlo en el boletín oficial. Murcia, 20 de mayo de 2021 La Asociación para la Conservación del Patrimonio de la Huerta de Murcia (Huermur) ha denunciado en la Dirección General de Bellas Artes del Ministerio de Cultura el presunto expolio del Paseo del Malecón en Murcia, por no establecerse su debido entorno de protección BIC al que obliga la Ley de Patrimonio Cultural. Huermur ha tenido que comunicar esta situación a la administración estatal para que desde Madrid se tomen cartas en el asunto, ante la cuestionable actitud de la Consejería de Cultura de la Región de Murcia que se niega a establecer el entorno de protección BIC del singular monumento enviándolo al boletín oficial para su publicación y efectos. La entidad conservacionista remarca que la ley establece que todo monumento declarado Bien de Interés Cultural BIC debe contar obligatoriamente con un entorno de protección a su alrededor, que garantice la conservación de sus valores y paisaje.
Como el Paseo del Malecón carecía del mismo, en octubre de 2018 Huermur solicitó a Cultura su establecimiento, y habiendo transcurrido seis meses desde entonces sin que la administración regional dijera nada, el entorno se incoó automáticamente por silencio positivo, en aplicación del artículo 13 de la Ley 4/2007 de Patrimonio Cultural, es decir, en abril del 2019.
Desde entonces, señalan desde Huermur, la Consejería de Cultura lo tiene escondido injustificadamente en un cajón, y sin publicarlo en el boletín oficial como dice la ley para que surta los efectos de protección previstos. Huermur señala igualmente que desde 2019 han sido numerosos y variados los requerimientos por escrito a los responsables de la consejería para que cumplieran la normativa que obliga a publicar oficialmente el entorno ya incoado por ministerio de la ley, y mediante los cuales se advertía de las posibles responsabilidades que se están generando, pero los escritos a día de hoy no han sido ni respondidos. Por todo ello, la entidad patrimonialista ha decidido enviar la situación a instancias superiores, dado que se podría estar ante un posible expolio por omisión, toda vez que la Ley de Patrimonio Histórico Español recoge como expoliación toda acción u omisión que ponga en peligro de pérdida o destrucción de todos o alguno de los valores de los bienes que integran el Patrimonio o perturbe el cumplimiento de su función social.
Huermur ha comunicado a la administración estatal que la actitud de la Consejería de Cultura de no establecer y publicar el entorno del BIC podría suponer un posible expolio por omisión, al poner en grave riesgo de pérdida, destrucción y degradación, y consecuente perturbación, los valores naturales, culturales, sociales y paisajísticos del monumento y su entorno, que fueron determinantes para su protección en 1982. La gota que ha colmado el vaso, señalan desde Huermur, es la intención de construir un geriátrico a escasos metros del paseo mientras la Consejería de Cultura tiene escondido en un cajón el obligado entorno del monumento, sin publicarlo en el boletín oficial.
Algo que se ha conocido esta misma semana mediante la prensa, y a lo que hay que sumar que sumar incontables actuaciones, instalaciones y obras en dicho entorno incoado y no publicado. En este sentido se ha pronunciado el presidente de Huermur, Sergio Pacheco, señalando que: "Ya hemos dado instrucciones a nuestro equipo jurídico para que estudien la viabilidad de emprender acciones judiciales penales si estuviéramos ante una presunta prevaricación en su modalidad omisiva, pues la ley dice bien claro que los monumentos deben tener su entorno de protección, y que una vez incoado, aunque sea por silencio cómo es el caso, se debe publicar en el boletín oficial para sus plenos efectos y paralización de las licencias y obras en el entorno". Huermur remarca que el actual Malecón de la ciudad de Murcia es una singular obra de ingeniería que consiste en dos muros de mampostería de unos 4 metros de altura separados entre ellos por una anchura media de 10 metros que se rellenan de tierra compactada y con una longitud aproximada de 1600 metros, naciendo en el Plano de San Francisco y terminando a la altura de la Acequia de la Aljufía.
Su construcción obedeció a la necesidad de edificar una muralla para preservar la ciudad de las inundaciones.
En él se concentran tres usos bien diferenciados: la protección de la ciudad frente a las inundaciones, la figura de un camino histórico entre la huerta y la ciudad y la creación de un lugar de encuentro social de carácter lúdico.
El origen del Malecón está documentado en la época medieval islámica, y en 1982 se declaró Monumento Nacional por real decreto. Una investigación abierta en el Defensor del Pueblo. A esta situación hay que sumar, señalan desde Huermur, una investigación abierta por el Defensor del Pueblo en el mes de julio de 2020 tras la denuncia de Huermur por la carencia de un entorno de protección para el monumento BIC del Paseo del Malecón en Murcia, y por la falta de publicación del mismo en el boletín oficial. Huermur remarca que incluso este alto comisionado de las Cortes Generales ha tenido que llamar la atención en varias ocasiones a la Consejería de Cultura por su falta de colaboración, al no responder ni siquiera a los requerimientos de la institución para resolver la queja de la entidad conservacionista.
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Source: HUERMUR